martes, 15 de mayo de 2018

RETO 4. EL CASTILLO DE SANTIAGO DE SANLÚCAR.

Hablaremos ahora de la visita que hicimos al Castillo de Santiago de Sanlúcar de Barrameda. Resaltar que la espectacularidad del castillo por fuera llama la atención, a pesar de su luctuosa historia como lugar de fusilamiento después del alzamiento del 18 de julio de 1936.

Entrada al Castillo. Foto: Moisés Camacho


El horario de visitas es bastante amplio estando todas las mañanas de 10 a 15 de la tarde, y abriendo por la tarde de 19 a 22. Lo que si parece demasiado elevado es el precio de la entrada, costando 7 euros para el público en general y 5 euros para los nacidos en Sanlúcar. El precio es elevado en correspondencia con lo que se encuentra en su interior que iremos describiendo en este post. El castillo actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Sanlúcar pero está siendo explotado por la empresa Oficcia S.L. desde el año 2000.
Foto: Rosa María Salas

Lo primero que encontramos es gran dificultad para conseguir una visita guiada, siendo más elevado aún el precio, por lo que la desechamos y hacemos la que llaman visita autoguiada con un pequeño folleto que entregan al entrar. De primeras, sin el folleto es imposible hacer la visita porque existen pocos paneles  explicativos. De nuevo, en un castillo más, el continente no va en concordancia con el contenido. La visita te deja recorrer la zona entre la barbacana y el castillo, subir a la torre del homenaje y ver el patio de armas, además de ver un museo del traje con dos salas. 

Debido a la ausencia del relato histórico del castillo (exceptuando el folleto) haremos aquí un pequeño análisis del mismo, que espero deje clara y sirva de ayuda al que se atreva a visitar la fortaleza sanluqueña. 

Puerta de la Sirena. Foto: Rosa María Salas
Lo primero que aprenderemos con el folleto es que el Castillo de Santiago fue construido por Don Enrique Pérez de Guzmán, II Duque de Medina Sidonia y VII Señor de Sanlúcar a finales del siglo XV. Pero antes de acceder a más información sobre el castillo, deberíamos saber un poco mejor quién fue dicho personaje, cómo llegó a él el ducado de Medina Sidonia y qué hizo realmente durante su vida.

Enrique II era el hijo bastardo de Juan Alonso Pérez de Gúzman, el I Duque de Medina Sidonia, que recibió el ducado por los servicios a la corona frente Aragón y haber conseguido la lealtad de Sevilla, Córdoba y Jerez en 1445.

También Juan Alonso Pérez de Guzmán consiguió Gibraltar para la corona.

Enrique heredaría de su padre todos los títulos en 1468 y murió en 1492. Además fue el I Señor de Gibraltar. El ser un hijo bastardo le causó problemas, primero con su tía, Teresa de Guzmán que pedía para ella el ducado, y luego con los Medinaceli, cuya miembro, María de la Cerda había sido la mujer de Juan Alonso. Pero Enrique pudo mantener su posición. Fue enemigo encarnizado del marqués de Cádiz, Rodrigo Ponce de León, sobre todo por las pretensiones de éste de territorios en Sevilla, pero fue un vasallo leal de los Reyes Católicos a los que agasajó en numerosas ocasiones, entre ellas, en la visita de estos a Sanlúcar.

Después de esta breve biografía del personaje podemos hablar del Castillo en sí. El Castillo se construyó sin duda antes de 1477, y en él se alojaron los Reyes Católicos en ese año, cuando según cuenta la leyenda, Isabel vio por primera vez el mar. La visita de los reyes católicos se encuadra en las disputas entre las casas nobiliarias andaluzas, acudiendo a diversas poblaciones.

Saetera. Foto:Rosa María Salas
Lo primero que veremos en el castillo es la barbacana con la barrera artillera, con numerosas saeteras para disparar rematadas con la cruz católica. En las torres de flanqueo se conservan soportes de ladroneras donde había unos pequeños balcones.

Sin poder entrar en ellos podemos ver la entrada a unos pasadizos subterráneos que conectarían el castillo con el palacio ducal, como vía de escape, siendo posteriores a la construcción del mismo.

Grafitos en la pared nos recuerdan lo que pensaban los obreros, existiendo varios Viva el Duque.

Sin duda una de las principales paradas en la visita hay que hacerla en la puerta de la Sirena, donde una sirena protege los escudos del duque de Medina Sidonia y el de Leonor de Mendoza. Flanqueando el acceso podemos ver dos hachas, llamadas segures, que eran el emblema del Duque y que significan seguro o salvo del peligro.

Ventana desde donde la leyenda dice que Isabel La Católica
vio el mar por primera vez. Foto: Rosa María Salas Lorenzo
Tras esto se accede al patio de armas, muy cambiado del original que se suponía era porticado. De ahí llegamos al aula mayor, el lugar de ostentación del castillo, donde existe una gran cupúla con restos de pinturas decorativas.

Y de allí pasamos a la Torre del Homenaje, la más fuerte y destacada del castillo. En la subida
pasaremos por varias salas, la primera con biblioteca y ventana con tabucos ventaneros, una sala de costura o lectura, la segunda sala hoy día sólo nos muestra una exposición de cartografía, la tercera sala es quizás la más atractiva, al encontrarse en ella la ventana por la que se cuenta que Isabel la Católica vio el mar por primera vez, y al final de la torre encontramos un hermoso mirador donde podemos ver vistas impresionantes de la ciudad y del Castillo.

El castillo cuenta con cuatro torres y la del homenaje. Desde el patio de armas se accede hoy día a un museo del traje, donde también se conservan armas, interesante.

Poco más que decir para los visitantes, aunque existen publicaciones especializadas y el Castillo está muy documentado, para quien quiera seguir investigando sobre el mismo.

Una vez más. Reto Superado

foto: Rosa María Salas Lorenzo

lunes, 7 de mayo de 2018

RETO 3. CASTILLO DE SAN ROMUALDO.

Exterior Castillo
En esta ocasión nos dirigimos a la cercana localidad de San Fernando para visitar el rehabilitado Castillo de San Romulado. La entrada en el mismo es gratuita y abre a las 10 de la mañana. Las instalaciones del Castillo han sido utilizadas para albergar los fondos del Museo Arqueológico Municipal y diferentes exposiciones, estando en estos momentos una sobre la represión y la memoria histórica digna de interés.


Pero si los fondos que contiene dicho museo son interesantes, con "los enamorados" de San Fernando, la historia de la llamada "Antípolis" de Gadir donde podemos ver el proceso de fabricación de cerámica a través de hornos en época púnica y romana, y una sala dedicada al Templo de Melkart de Sancti Petri con alguna estatuilla del Dios fenicio, lo cierto es que el contenido del mismo habla muy poco del continente, y resulta imposible al visitante obtener información sobre el Castillo dentro del Castillo.

Los enamorados, en el museo arqueológico
Conocedores de algo de su historia, y apoyado por las varias monografías que existen sobre el mismo, intentaremos dar unos detalles mínimos pero importantes sobre su histórica evolución en estas líneas que nos siguen.

La Alquería de Ryhana nace como un ribat islámico muy cerca del Puente Suazo probablemente antes del siglo XIII. Las primeras referencias documentales datan del 1268 y aluden a un privilegio dado por el rey Alfonso X el sabio en el que figura un Logar de la Puente. Más tarde en 1335 aparece una donación de Alfonso XI a su criado Gonzalo Díaz de Sevilla de la Alquería de Ryhana. La estructura actual del Castillo pudo deberse a la pervivencia de moriscos tras la reconquista que se inspiraron en el ribat de Susa en Túnez.

Ya con la reconquista se cristianizó el lugar y se reconstruyó El logar de la Puente para la defensa de los territorios conquistados. En la guerra entre Pedro el Cruel y Enrique de Trastámara, los portugueses, aliados del primero asolaron el lugar causando graves daños en el castillo. En 1377 Enrique III donaría a su criado, Alfonso García de Vera, el castillo nuevamente.
relojes de sol del castillo

A su muerte pasó de nuevo a la corona, y en 1408 Juan II de Castilla, cedió toda la isla y el castillo al doctor Juan Sánchez de Suazo. Sin embargo, su hijo cambiaría esta posesión con Rodrigo Ponce de León por algunas de éste en Jerez, y aunque hubo reclamaciones posteriores, el castillo mantuvo la titularidad del Duque de Arcos y Marqués de Cádiz.

En su historia son importante la defensa que realizó el mismo durante el saqueo anglo- holandés del Conde de Essex. Con el tiempo fue perdiendo importancia como enclave militar a la vez que caía la importancia del Real Carenero en favor del Arsenal de la Barraca. A fines del siglo XVIII la titularidad cambió a los duques de Osuna, siendo ahora cuando adquiere el nombre de San Romualdo, sin poder asegurar a qué mártir se debe, al fundador de la Orden de la Camáldula del siglo XI o a uno del siglo III cuyas reliquias se encuentran en Arcos. El 8 de mayo de 1924, los Duques de Osuna venden el castillo a Fidel Pérez Diego, y uno de sus herederos lo revende al Ayuntamiento de San Fernando.

maqueta del Castillo
En cuanto a su estructura, es de una planta rectangular realizado con piedra ostionera. Posee un patio central o de armas rodeado por una muralla con cuatro naves dividida en diferentes dependencias. Cuenta con siete torres, que se cree pudieron ser ocho, eliminándose esta última para construir la capilla de Santa María. Son curiosos los relojes solares que aparecen en las torres del edificio.


La estructura abovedada de las naves y los elementos decorativos que permanecen todavía, dan esa magia medieval de la que ya adolece la capilla, muy reformada y utilizada ahora como centro de conferencias.

La reforma del castillo, culminada hace unos años, ha sido objeto de gran polémica en la sociedad isleña, que ha criticado duramente la pérdida de la originalidad del Castillo, pareciendo para algunos un edificio de nueva planta más que un castillo restaurado.





Para entender y comprender mejor el edificio existen numerosas publicaciones destacando El Castillo del Lugar de la Puente de Juan Antonio Fierro Cubiella, Reflexiones acerca del Concejo de la Puente; origen y desarrollo en los siglos XIII-XIV, de Antonio Sáez, Historia del Castillo de San Romualdo de Fernando Mosig o El Castillo de San Romualdo: aproximación estratigráfica y evolución constructiva de Raquel María Utrera y Miguel Ángel Tabales.

Pues hasta aquí, esta breve referencia al Castillo de San Fernando que pudimos visitar el pasado 30 de abril de 2018 dentro de nuestros retos. Una vez más, RETO CONSEGUIDO. Hasta la próxima, ávidos lectores.



martes, 1 de mayo de 2018

RETO 2. CASTILLO DE SANTA CATALINA DE CÁDIZ.

En esta ocasión el reto se nos plantea más cercano, en un lugar que hemos visitado muchísimas veces y que incluso hemos estudiado y explicado en más de una oportunidad. Se trata del Castillo de Santa Catalina de Cádiz.

Entrada del castillo. Foto Rosa María Salas
Lo primero de lo que tenemos que informar al lector es de que la entrada es gratuita y los horarios de visita son de 11 a 19 y de 11 a 20 y 30 en verano, pudiendo este último cambiar con los conciertos del atardecer que se realizan normalmente en la temporada estival. Actualmente es un recinto cultural donde se realizan exposiciones de diversa índole en los diferentes pabellones, existiendo una pequeña permanente sobre la historia de la ciudad.  Una de las cosas de las que adolece el Castillo, en la primera impresión, es de una historia del propio enclave, aunque nosotros, por nuestra cercanía a sus estudios os resumiremos en esta entrada que realmente trata sobre la visita al mismo.

Baluarte que flanquea la entrada. Foto Rosa María Salas
El Castillo de Santa Catalina está ubicado en la Caleta de Santa Catalina ( a quien debe el nombre, y que adquirió a su vez por una ermita anterior cercana al lugar donde hoy se encuentra el baluarte de los Mártires). Su construcción nos remonta a las postrimerías del ataque anglo-holandés que prácticamente destruye la ciudad. Ante esto, había dos alternativas, la huida a otro enclave, o la reconstrucción de Cádiz. Felipe II apostaría por la vía reconstructiva con una gran fortificación. Para ello envíó a Cádiz al ingeniero militar Cristóbal de Rojas, que concluyó que la actuación más inmediata era la de levantar una fortificación en la caleta para defender así uno de los frentes más vulnerables del borde marítimo. Antes de asumirse definitivamente el proyecto del Castillo, hubo otros como los de crear una simple torre defensiva que fueron desechados. Así el 25 de octubre de 1597 se promulgaba una Real Cédula por Felipe II que ordenaba la construcción de este Castillo.

Entrada al Castillo. Foto Rosa María Salas
Constituye una importante muestra de la arquitectura militar en la Edad Moderna y tiene planta estrellada con tres baluartes al mar y un flanco abierto a la ciudad don de está la entrada protegida por otros dos baluartes más y un foso actualmente seco que regulaba su nivel de agua mediante esclusas. Un puente da paso a la puerta donde habría un cuerpo de guardia superior. En la entrada, una inscripción recuerda la construcción de la obra. Es curioso que el proyecto original albergaba la idea de una ciudadela con un aspecto parecido a la entrada de tierra de la ciudad.  Bajo la estructura existen calabozos y aljibes, estos curiosos aunque no visitables por contar con ornamentación de barcos de la época.

Los muros de los baluartes son gruesos e inclinados sin demasiada altura para aguantar las embestidas de la artillería, siguiendo el modelo renacentista de construcción militar que abandona las grandes torres fácilmente abatibles por la artillería. 

Tras la entrada, donde se dice que en la construcción se llevó la
Patio de Armas y Capilla. Foto Rosa María Salas
original ubicada en la Puerta del Mar del Pópulo (hoy perdida) se accede a un patio de armas donde se distribuyen los diferentes pabellones que están porticados en dos de sus frentes, mientras en el tercero se ubica la capilla de Santa Catalina, construida en 1693 bajo el mandato de Carlos II. La capilla es una nave cubierta de aspecto sobrio, con un único retablo, bóveda de cañón y coro alto, contando con una espadaña de remate desde donde sonaban las campanas. El retablo, hoy muy deteriorado, estaba dedicado a Santa Catalina pero contenía representaciones de San José, San Agustín, San Francisco y otros.

Interior de la Capilla. Desde el Coro alto.
Foto: Rosa María Salas
El suelo es de damero, encontrando inscripciones funerarias en algunas de sus lozas. Esas inscripciones corresponden a enterramientos infantiles, ya que el castellano tenía el privilegio de enterramiento en la capilla.

Hoy en la capilla encontramos una pila procedente de San Sebastián, además de la Virgen del Buen Viaje de la capilla de San Sebastián, los patronos de la ciudad, y los dos leones que flanqueaban la entrada al Castillo de San Sebastián recuperados hace un año gracias a la labor del Ayuntamiento y la denuncia de ADIP y Jorge Nicolás Salas (guardia del Castillo de San Sebastián).

Desde el 29 de agosto de 1769 por Real Orden de Carlos III, se convierte en prisión militar, pero no dedicada en un primer momento a presos comunes sino a personas de mayor condición. 

Justo en la entrada del castillo, en la parte superior, se
Puesto de Guardia Principal. Delante de la casa del castellano.
Foto: Rosa María Salas.
encuentra la Casa del Castellano, hoy tampoco visitable, en la zona mejor protegida del Castillo. Frente al puesto de guardia central del mismo.

Algunos de los castellanos más importantes que tuvo el Castillo son el primero, el Alférez Vicente de Robles en 1600, Manuel de Benavides en 1601, Mateo de Paredes en 1602, y Sancho de Benavides en 1616. 

A parte de haber albergado el embarque de Batallones de Flandes la historia del castillo se basa en parte en su etapa de prisión militar por albergar a huéspedes de interés. 

Entre ellos, uno de los más destacados es el heredero inca, hijo de Tupac Amaru II, Fernando, que llegó al castillo con 16 años en 1785 y que tras varios años fue llevado a Getafe, sufriendo la extraña enfermedad de Melancolía Hipocondrial. 
Vistas desde el castillo. Foto Rosa María Salas
Otro ilustre visitante del castillo fue Mariano Abasolo, caudillo de la independencia de México. Este hombre, que murió de tuberculosis en el mismo, es uno de los héroes mexicanos aunque delató a otros caudillos. Curiosa es la historia de su mujer que vino a Cádiz para estar cerca de él y que incluso pidió vivir en el castillo, cosa que se le negó, aunque no la entrada. 

Otros personajes más cercanos en el tiempo fueron Fermín Salvochea, o el general Sanjurjo tras la Sanjurjada. También algunos participantes en el golpe de estado del 23 de Febrero acabaron en el castillo siendo el más importante San Martín.

Mención aparte nos merecen dos tipos de presos comunes en el siglo XX. Por un lado los sindicales, que incluso fabricaban cuartillas con vegetales dentro del recinto. Por otro lado, los testigos de Jehová, condenados por insumisión a 12 años de prisión que volvían a repetir al cumplirlos al estar en edad militar (hasta los 40 años). Estos incluso tuvieron dentro una fábrica de balones.

Como veis, en este esbozo de historia, comprobáis que la historia del castillo es para tenerla en consideración y para reclamar que se encuadre en uno de esos pabellones de uso cultural de hoy día. 
Sin su historia, la visita queda inconclusa, descuadrada, y sólo con el interés que puede mostrar la belleza arquitectónica del mismo y las vistas que nos dejan los baluartes y las garitas. 

Objetivo cumplido, reto conseguido.  

Visitantes en el Reto 2: Foto Rosa María Salas.